En el mundo de la biotecnología, cada avance puede marcar la diferencia entre una enfermedad incurable y una nueva esperanza de tratamiento. En este camino, la Universidad San Francisco de Quito (USFQ) ha dado un paso clave en la lucha contra el cáncer con una innovadora tecnología de edición genética: Pin-point.
Esta herramienta fue desarrollada por Juan Carlos Collantes, profesor e investigador de Biotecnología en el Colegio de Ciencias Biológicas y Ambientales de la USFQ, en colaboración con científicos de la Universidad de Rutgers en New Jersey y expertos de la industria farmacéutica como AstraZeneca y Horizon Discovery Sciences. Su trabajo fue publicado en junio de 2024 en la prestigiosa revista Molecular Therapy, especializada en investigaciones que pueden convertirse en terapias médicas aplicadas.
Cuando el cáncer engaña al sistema inmunológico
El sistema inmunológico está diseñado para defender al cuerpo de amenazas externas, pero algunas enfermedades logran pasar desapercibidas. Es el caso de ciertos tipos de cáncer del sistema linfático, como el mieloma múltiple, que evitan ser detectados por las células de defensa del cuerpo.
Para enfrentar este problema, en los últimos años se han desarrollado terapias basadas en células T modificadas genéticamente, conocidas como CAR-T. Estas células se diseñan en laboratorio para identificar y atacar tumores específicos. Sin embargo, su producción ha enfrentado limitaciones técnicas que pueden comprometer su seguridad y efectividad.
¿Cómo funciona la tecnología Pin-point?
Antes de Pin-point, la principal herramienta para modificar células inmunológicas era la tecnología CRISPR, que aunque efectiva, generaba cortes en el ADN que podían causar alteraciones no deseadas en los cromosomas, afectando la estabilidad de la célula y aumentando los riesgos para el paciente.
Pin-point, en cambio, permite realizar modificaciones en el ADN sin romper la estructura del cromosoma, reduciendo las probabilidades de errores genéticos. Esta tecnología permite desactivar hasta cinco genes dentro de las células T y, en su lugar, insertar un gen modificado con información clave para atacar células cancerígenas.
Con esta precisión, Pin-point abre la puerta a terapias más seguras y eficientes, no solo para el tratamiento del cáncer, sino también para enfermedades autoinmunes.
De la investigación a la aplicación clínica
El desarrollo de esta tecnología no pasó desapercibido en la comunidad científica y la industria farmacéutica. Empresas como AstraZeneca han apostado por esta innovación, adquiriendo la patente para su aplicación en futuras terapias.
Mientras tanto, en la USFQ, Juan Carlos Collantes continúa investigando junto con sus estudiantes para mejorar la tecnología Pin-point a través de la biología sintética. Su objetivo es desarrollar una nueva generación de herramientas de edición genética que puedan ser aún más precisas y seguras para su aplicación clínica.
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Juan Carlos Collantes tiene un PhD en Biociencias Moleculares por Rutgers University (Estados Unidos), donde desarrolló una plataforma molecular para ingeniería genética. |
Un futuro con tratamientos más seguros
La ingeniería genética está transformando la medicina y el tratamiento de enfermedades complejas. Pin-point representa un importante avance en esta revolución, permitiendo modificar células inmunológicas de manera controlada y reduciendo riesgos para los pacientes.
El trabajo de investigadores como Juan Carlos Collantes demuestra que Ecuador puede contribuir al desarrollo de tecnologías de alto impacto a nivel mundial. Con la combinación de ciencia, innovación y colaboración internacional, el futuro de la medicina personalizada se está escribiendo hoy.
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