“El sentido del tacto es enigmático para la ciencia”

“El sentido del tacto es enigmático para la ciencia”

Ardem Patapoutian, premio Nobel de Medicina 2021, llegó a Ecuador invitado por la Universidad San Francisco de Quito. En su estadía compartió varias charlas sobre sus investigaciones y fue el invitado especial para el discurso en la ceremonia de graduación en la USFQ.  

Patapoutian, junto con David Julius, obtuvieron el Nobel por identificar los sensores que permiten sentir el dolor y la temperatura en el cuerpo humano, su investigación ha promovido el desarrollo de alternativas terapéuticas para el control del dolor crónico.

Patapoutian, nació en el Líbano en 1967, a los 18 años huyó de la guerra civil en su país y migró a Estados Unidos donde se formó como biólogo molecular y neurocientífico, convirtiéndose en un experto en la exploración del sentido del tacto, uno de los menos estudiados. 

Ha investigado con células sensibles a la presión para descubrir nuevos sensores que respondan a los estímulos mecánicos de la piel y órganos internos del cuerpo, lo que ha permitido una mejor comprensión de cómo nuestro cuerpo percibe el calor, frío y dolor, uno de los grandes enigmas de la biología y medicina. 

Ardem compartió sus impresionantes hallazgos con el público en Quito, el pasado jueves 24 de febrero en el Swissotel, durante su conferencia titulada “El papel de los canales iónicos PIEZO en la biología sensorial”. Frente a más de 300 asistentes explicó la importancia del trabajo en laboratorio y la investigación cooperativa entre científicos.

“El sentido del tacto es enigmático para la ciencia (...) el dolor es esencial para nuestra existencia”, comentó Patapoutian, y añadió que los PIEZOS no solo existen en humanos y mamíferos sino en muchas especies. 

Los canales iónicos Piezo1 y Piezo2 (este último es al cual Patapoutian hizo referencia en su charla) fueron identificados en 2010; estos canales de gran tamaño son mecanotransductores de la sensación del tacto, la propiocepción, la nocicepción, el desarrollo vascular y la respiración.

En otra de las actividades, el viernes 24 de febrero, Ardem Patapoutian participó en el Simposio “Frontiers in Neuroscience: Perceptions and Consciousness” realizado en el Teatro Shakespeare de la USFQ, junto a otros científicos internacionales especializados en la neurociencia y otras ramas de la medicina en el que se expusieron investigaciones de vanguardia impulsadas desde laboratorios de varias organizaciones.

Ese mismo día, al finalizar la tarde, Ardem también fuel el invitado especial a la ceremonia de graduación de la Clase 2022 en la USFQ, un evento exclusivo para los estudiantes que se gradúan en el que compartió escenario con Diego Quiroga, rector USFQ, y Andrea Encalada, vicerrectora USFQ. 

“Mi consejo para todos ustedes el día de hoy es, abrazar la incertidumbre del camino de la vida, así como muchos científicos abrazan la incertidumbre de las investigaciones. La ciencia es importante y es divertida por cuánto está aún por ser descubierto y por ser conocido en nuestro mundo”, fueron las palabras de apertura por parte de Ardem a la comunidad universitaria.

Más sobre Ardem Patapoutian

Es biólogo molecular y fisiólogo. Su laboratorio identificó las moléculas que detectan la temperatura y la presión involucradas en el tacto, el dolor y la regulación de la presión arterial. Patapoutian nació en Líbano en 1967 e inmigró a EE. UU. en 1986. Se graduó de UCLA en 1990 con un B.S. y obtuvo su Ph.D. de Caltech en 1996. Se unió al claustro de Scripps Research en 2000, donde actualmente es el Presidente Silla Endowed en Neurobiología e Investigador del Instituto Howard Hughes Medical. Es miembro de la Academia Nacional de Ciencias (2017) y miembro de la Academia Americana de Artes y Ciencias (2020). Es co-ganador del Premio Kavli en Neurociencia 2020, el Premio Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento 2021 y el Premio Nobel de Fisiología o Medicina 2021 (todos compartidos con David Julius).

Ardem Patapoutian ha investigado con células sensibles a la presión en el camino del descubrimiento de nuevos sensores que respondan a los estímulos mecánicos de la piel. Esto también funciona en el caso de los órganos internos del cuerpo. El amplio trabajo del doctor Patapoutian nos ha permitido valorar de mejor modo las reacciones al dolor en el mayor tejido de nuestra conformación como individuos: la piel. Así, por ejemplo, la percepción del calor y el frío son esenciales en nuestro contacto con el mundo y permiten, inclusive, nuestra supervivencia. Los descubrimientos de Julius y Patapoutian nos han conducido a saber cómo nuestros cuerpos perciben el calor, el frío y el dolor, hasta ahora uno de los grandes enigmas de la biología y la medicina. Antes, el doctor Julius, laureado con el Nobel junto con Patapoutian, había descubierto el gen del receptor de la sustancia llamada capsaicina —que se encuentra en los chiles— con lo que permitió abrir la llave para conocer la relación entre los procesos físicos de presión y temperatura y los impulsos nerviosos electroquímicos del cuerpo. De esa forma se transmite la información sensorial de los órganos de los sentidos que viajan al sistema nervioso central. Julius estudió las proteínas receptoras de membrana para la temperatura (frío o calor) que se convierten en mensajes electroquímicos conducidos por las neuronas al cerebro, y Patapoutian tomó esa investigación de base para indagar en las bases moleculares de la percepción sensorial, específicamente de la presión.


FACEBOOK TWITTER TUMBLR PINTEREST EMAIL

No hay comentarios.:

Con tecnología de Blogger.

Browse Categories