Colaboradores felices, clientes satisfechos y números positivos. Estos son los tres componentes que Macario Rosanía, Gerente Hotelero de Metropolitan Touring, considera que son el triángulo del éxito en el campo de la hotelería y restauración.
Por su vasta experiencia en el medio, Rosanía fue invitado por el Colegio de Hospitalidad, Arte Culinario y Turismo de la USFQ para brindar una conferencia acerca de estos conceptos junto a los estudiantes del CHAT, los cuales son aspectos fundamentales que este tipo de industria busca en profesionales.
“La remuneración (económica) no es la única variable, existen otras más importantes'', puntualizó el Gerente de Metropolitan Touring. Algunas de estas variables son organización transversal, puertas abiertas, capacitación, entrenamiento, materiales equipos y entre otros.
Pero uno de las claves que más resaltó, es la empatía. “Lo primero que se debe lograr es que mi equipo de trabajo sea feliz. Si voy a dar una orden debo saber que esa orden se pueda cumplir”, añade Rosanía.
Un ambiente cálido y acogedor en donde dueños y empleados puedan trabajar es un factor que puede reflejarse en muchos lugares de negocio. Uno de los deseos más aclamados por el turista es la experiencia. Basada en el conocimiento del Gerente de Metropolitan Touring, esto solo se puede lograr si tienes un equipo de trabajo que se sienta cómodo, porque al fin y al cabo ellos son los encargados de transmitir esa experiencia al cliente.
Para que esto sea posible debe existir la felicidad laboral que se conforma por ciertas libertades que les puedes dar al equipo de trabajo. Entre esos están la confianza, seguridad, la empatía integral que permite que el equipo pueda sentir si alguien más de la empresa le está afectando algo, empoderamiento, tener autonomía y no tener la necesidad que se les diga todo lo que deben hacer, y finalmente, liderazgo.
La pandemia y el cambio del ‘Modus Vivendi’ de la industria
Toda crisis trae consigo una oportunidad. La pandemia ocasionó varios cambios en la forma de pensar de las personas con relación al cuidado de su economía. Las personas se volvieron más analíticas ante las decisiones que tomaban y comenzaron a cuidar más sus finanzas. Se busca el mejor retorno y la mejor experiencia en lo que están invirtiendo.
Por el lado de la empresa privada, fue un momento de pausa y analizar la forma en la que se estaba administrando el negocio. La paralización total del turismo hizo que restaurantes y hoteles mejoren la gestión de recursos. Dejaron de gastar en productos o servicios que no te generaban un retorno. “De alguna forma cada actor de la cadena está ensimismado en que sus ideas son las mejores y (entraban) en un tren de gasto que no les generaba un retorno”, explica Rosanía.
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