¿Qué tan posible es que la Humanidad llegue a ser una especie multiplanetaria y qué se necesita para ello?

¿Qué tan posible es que la Humanidad llegue a ser una especie multiplanetaria y qué se necesita para ello?

Una investigación desarrollada por un grupo de estudiantes y su profesor de la Escuela de Medicina USFQ busca mejorar el rendimiento biológico del ser humano, mediante intervenciones preventivas y regenerativas enfocadas en permitir que la Humanidad llegue a otros planetas. El primer paso para ello es el desarrollo de un cóctel antioxidante.

Esta es la primera vez que un estudio realizado 100% en una universidad ecuatoriana es publicado en la mundialmente reconocida revista Microgravity parte de Nature, que a su vez cuenta con el apoyo de la NASA. 

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"Dentro de la Escuela de Medicina USFQ, siempre buscamos fomentar el desarrollo de nuevas ideas y de pensamiento crítico que puedan dar lugar a nuevas investigaciones e innovaciones interesantes en diversos campos", comenta Andrés Caicedo, uno de los autores de la investigación y profesor-investigador del área de Medicina Humana.

Propósito de la investigación

La capacidad biológica del ser humano para mantener su salud es llevada al límite por la exploración espacial. Este estudio publicado en Nature - Microgravity presenta una serie de pasos para desarrollar tratamientos profilácticos y terapéuticos seguros y efectivos que mejoren el desempeño humano en el espacio. "Nuestro primer paso recomendado comienza con un cóctel antioxidante", añade Andrés Caicedo.

A medida que la humanidad avanza para convertirse en una especie multiplanetaria, tanto los astronautas como los exploradores espaciales comenzarán a pasar más tiempo fuera de la seguridad de la Tierra. Una presencia más prolongada en el espacio exterior es peligrosa para nuestra salud, ya que la exposición constante a la microgravedad y la radiación ionizante afecta negativamente a nuestras células y tejidos, lo que a menudo conduce a enfermedades. En el espacio, los miembros de la tripulación tendrán recursos limitados para brindar una atención médica óptima para tratar el daño acumulativo de la radiación espacial en sus tejidos de manera oportuna. 

El primer paso para mejorar el desempeño biológico humano en el espacio es utilizar agentes profilácticos que puedan ayudar a las células de los astronautas y los viajeros espaciales a resistir el daño ambiental. De allí, el título de la publicación científica: “Puntos clave para el desarrollo de cócteles antioxidantes para prevenir el estrés celular y el daño causado por especies reactivas de oxígeno (ROS) durante las misiones espaciales tripuladas”.

Desarrollo de un cóctel antioxidante

El equipo de investigadores propone el desarrollo de un cóctel antioxidante para potenciar la función celular de la persona con el fin de resistir los daños y conservar la salud. El artículo brinda información completa sobre; la producción de ROS debido al estrés celular en la Tierra y en los vuelos espaciales, evidencia del uso de antioxidantes para prevenir enfermedades, un flujo de trabajo que sugiere dosis e ingredientes y la personalización de un cóctel de antioxidantes. 

Si se demuestra que un cóctel de antioxidantes personalizado es seguro y eficaz, podría administrarse fácilmente por vía oral o intravenosa a viajeros espaciales y astronautas en misiones temporales o de larga exposición. También podrían desarrollarse otros agentes farmacológicos para fortalecer la capacidad de las células para resistir entornos peligrosos en el espacio. Un segundo paso podría tratarse del uso de factores regenerativos para preservar la funcionalidad de nuestros tejidos durante más tiempo.

En este aspecto, el grupo de investigadores también analizó cómo las células madre mesenquimales (MSC) son capaces de reprogramar el metabolismo celular e inducir sus efectos regenerativos en las células proinflamatorias. Curiosamente, las MSC pueden transferir mitocondrias a las células dañadas para ayudarlas a recuperarse.

Un tercer paso podría representar la modificación transitoria o permanente del genoma o epigenoma del astronauta o de los viajeros espaciales para permitirles producir antioxidantes y factores regenerativos adicionales que permitan preservar su salud para futuros viajes espaciales y colonización. Curiosamente, en la actualidad, las estrategias de vacunación contra COVID-19 están estrechamente relacionadas con la terapia génica y han abierto la puerta a la bioterapéutica del ARN mensajero (ARNm).

La promoción, el desarrollo y la aplicación de la medicina regenerativa en el espacio, sumado a la cooperación entre academia, empresa y gobierno serán factores importantes para facilitar y fomentar este tipo de investigaciones en pro de introducir mejoras en el desempeño biológico del ser humano en el espacio e incluso traducir estos descubrimientos a la medicina en la Tierra.

Autores del estudio

  • Estudiantes: Xavier Gómez, Kevin Zambrano, Samira Asquel, Mariuxi Bassantes, Julián E. Morales, Gabriela Otáñez, Core Pomaquero, Sarah Villarroel, Alejandro Zurita, Carlos Calvache, Kathlyn Celi, Terry Contreras, Dylan Corrales, María Belén Naciph, José Peña y Serena Sanon (Universidad de Cornell, realizó sus prácticas en la Escuela de Medicina de la USFQ).
  • Profesor-investigador: Andrés Caicedo, PhD., Escuela de Medicina USFQ.

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