Oreotrochilus cyanolaemus, Estrella de Garganta Azul (macho), foto tomada en Loja por Francisco Sornoza. |
El hallazgo de forma casual de la misma, se dió el pasado abril del 2017 cuando el naturalista y observador de aves Francisco Sornoza, en una breve visita al Cerro de Arcos, en la provincia del Oro, tuvo como resultado una fotografía intrigante: un macho joven, claramente asignable al grupo de los colibríes “estrella” (género Oreotrochilus), pero cuya identidad era difícil de determinar. Pocos días después, en la misma zona, un macho adulto fue fotografiado. Una semana más tarde –y hasta mayo de 2018– varios machos y hembras fueron observados, grabados y estudiados para fines científicos, en esa y otras localidades cercanas a Zaruma y en la provincia de Loja.
Este hallazgo requería de un riguroso proceso científico para comprender si los individuos encontrados representaban una nueva especie de colibrí “estrella”. Para ello, se estudiaron las diferencias que tenía esta posible nueva especie comparada con otras estrellas: su plumaje, medidas, genética, cantos y ecología. El equipo de investigación estuvo conformado por Francisco Sornoza (Instituto Nacional de Biodiversidad, INABIO), Juan Freile (Comité Ecuatoriano de Registros Ornitológicos, CERO), Jonas Nilsson (Wild Sumaco), Niels Krabbe (Museo de Zoología, Universidad de Copenhagen) y Elisa Bonaccorso (Instituto BIOSFERA, Universidad San Francisco de Quito).
El equipo de investigadores locales con el apoyo de las instituciones académicas involucradas determinó que se trataba de una nueva especie muy emparentada con la estrella de cabeza verde (Oreotrochilus stolzmanni), que vive en el norte de Perú y el sur del Ecuador, la cual tiene cabeza y garganta verde. La nueva especie, llamada Oreotrochilus cyanolaemus (estrella de garganta azul), también tiene cabeza verde, pero su garganta es azul profundo, una característica única que la distingue entre las otras seis especies de estrellas descritas hasta la fecha.
Este descubrimiento guarda especial importancia debido a que la última especie de ave descubierta en Ecuador se describió en el año 2000. Además, el nuevo colibrí es endémico de El Oro y Loja; es decir, solo ha sido reportado en esa zona. Este hallazgo podría sugerir que en las zonas montañosas de estas dos provincias podrían haber otras especies nuevas de organismos menos móviles como: ranas, sapos, serpientes y ratones.
Debido a que esta especie vive en un área muy pequeña, donde la degradación del hábitat es vasta a causa de la quema del páramo, la agricultura, la ganadería y las concesiones mineras, se lo ha clasificado como “En Peligro Crítico”. Por esta razón, a pesar de que ya hay algunas iniciativas de conservación en marcha, queda muy poco tiempo para salvarla de la extinción. Resulta de vital importancia ejecutar planes conjuntos entre autoridades y comunidades locales que fomenten el establecimiento de un urgente proceso de conservación en la región.
En los siguientes links se encuentra publicaciones internacionales sobre el descubrimiento:
http://www.bioone.org/doi/10.1642/AUK-18-58.1
https://www.sciencenews.org/article/new-species-high-altitude-hummingbird-may-already-be-trouble?tgt=nr
Para mayor información de la investigación contactarse con Elisa Bonaccorso, Instituto Biofesra USFQ, elisabonaccorso@gmail.com.
Para Coordinación Periodística contactarse con Sara Flores, sflores@usfq.edu.ec, 0995614390, 2971936 ó Alexandra Polanco apolanco@usfq.edu.ec.
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