La posibilidad de adentrarse en una experiencia totalmente nueva puede causar incertidumbre, irresolución y perplejidad hasta el punto de descartar esa experiencia completamente. Los factores de esta indecisión son varios y en el caso de los intercambios estudiantiles pueden estar marcados por el temor a no ser capaces de adaptarnos a la vida diaria y a la cotidianidad del país al que viajamos.
Aunque esta actitud es comprensible, lo más difícil es dar el primer paso y decidirse de manera definitiva, el momento en el que se comienza a vivir la experiencia, todas las dudas e inseguridades se disipan poco a poco y son apaciguadas por la convivencia con otros estudiantes que se encuentran en la misma situación, la amabilidad de las personas locales y sobre todo el verse inmerso en situaciones que dentro de nuestra zona de confort eran inimaginables.
Michelle Román, por su parte, realizó su intercambio en Boston College durante un año y rescata los beneficios que se obtienen al ser estudiante de intercambio. “Visita a tus profes en office hours y coméntales que eres de intercambio. Esto les ayudará a entender tu contexto y saber que el idioma puede ser una barrera a veces”. Con respecto al programa de intercambio, agrega: “pregunta al programa qué descuentos o pases gratis tienes con tu student ID, por lo general los museos y lugares turísticos son gratis para estudiantes”.
Si eres estudiante de la Universidad San Francisco de Quito y estás interesado en realizar un intercambio puedes comunicarte con Karla Loor, Coordinadora de Programas Internacionales, al correo kloor@usfq.edu.ec.
Este artículo fue publicado originalmente en la revista aliada Aula Magna de la USFQ. Te invitamos a visitar su sitio web http://aulamagna.usfq.edu.ec/
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