Autor: Christian Pillalaza, estudiante de Periodismo de la USFQ.
Hasta
2015 se receptaron más 230 mil solicitudes de refugio, hoy en día solo
60.500 poseen el estatus de refugiado. Sus historias se diferencian del
migrante común pues un refugiado no elige su condición ni su destino y
volver a su patria le está prohibido.
María del Mar Montilla. Foto: Sara Fuentes. |
En
la USFQ conviven siete jóvenes refugiados que pronto serán médicos,
internacionalistas, ingenieros… Sus historias son el reflejo de una
comunidad que aporta al país en lo económico y cultural, alzando su voz
al grito de “Somos Potencial”.
Leyes
Ser
sujeto de crédito podía tornarse imposible hasta hace poco para un
refugiado. Diego Narváez intentaba comprar una moto a crédito. El
papeleo y la falta de documentos habitantes lo excluían del sistema de
crédito financiero. Pese a vivir una década en el país comenta:
“recuerdo que para sacar un electrodoméstico a plazos había que pedirle
el favor a alguien que tenga cédula y nos ayude”, él es refugiado
colombiano estudiante en la USFQ. La normativa jurídica para refugiados
databa de la década de 1970 hasta hace poco. El Ministerio de Relaciones
Exteriores y Movilidad Humana manifestó la urgencia de cambio en esta
materia debido a “leyes caducas, discriminatorias y machistas”.
Diego Narváez. Foto: Sara Fuentes. |
Los
instrumentos internacionales no estaban legislados. Como un gran logro
en febrero de 2017 se publicó en el Registro Oficial la Ley Orgánica de
Movilidad Humana. Hasta entonces las vicisitudes para abrir una cuenta
bancaria o acceder a servicios públicos eran un suplicio. ACNUR ha
aplaudido la aprobación de la nueva ley, pues concede cédulas a
refugiados con el objetivo de “integrarlos plenamente a la vida
nacional”. Desde noviembre de 2017 se han entregado 1100 cédulas,
incluyendo a refugiados de territorios alejados. Jóvenes como Diego
ahora podrán acceder a crédito y mejorar sus condiciones de vida.
Educación
“En
mi familia soy la primera generación que accede a la educación
universitaria. Es una gran responsabilidad”, comenta Daniela Pérez,
estudiante refugiada de la USFQ. El Estado ecuatoriano les permite
acceder al sistema de educación superior pública mediante un examen de
ingreso. No obstante, existen otras variables a la hora de intentar
acceder.
Daniela Pérez. Foto: Sara Fuentes. |
Según
un estudio realizado por FLACSO-ACNUR en 2009, el 67% de quienes
intentaron acceder a la educación tuvieron dificultades. De ellos, la
falta de documentación (52%) y la falta de recursos económicos (31%)
fueron las problemáticas principales. Cada refugiado tiene su historia y
al momento de cambiar su realidad lo principal es buscar condiciones
básicas para sobrevivir.
Muchos
jóvenes no estudian porque deben trabajar para poder alimentarse y
ayudar a sus familias, comenta Pérez. La organización civil también hace
lo suyo. Fundación de la Américas (Fudela) es una ONG dedicada a
brindar educación a sectores menos favorecidos, sin acceso a la misma.
Ellos dan seguimiento a los estudiantes refugiados en la USFQ. En seis
años de gestión han logrado que 1600 jóvenes se gradúen y reinserten en
el mundo laboral y educativo.
Empleo
“Trabajé
en una peluquería desde mis 15 años, cuando llegué a Ecuador. Una
peluquería no te da millones, pero ayudaba mucho a la casa. Mis padres
trabajaban en la calle, $10 o $20 dólares semanales significaban mucho”,
María del Mar Pérez, estudiante de mercadotecnia. Refugiados y
migrantes en general aportan a la economía del país como cualquier
ecuatoriano. El pago de impuestos directa o indirectamente está a la
orden del día. Además, muchos emprendimientos generan empleos para los
ecuatorianos.
María de los Ángeles Pérez. Foto: Sara Fuentes. |
“Los
migrantes generamos ingresos y tenemos un potencial que se puede
explotar. En algún momento todos somos vulnerables porque la estructura
no nos protege, pero no debe continuar así. Somos personas con
conocimientos profesionales y empíricos”, comenta Diego. ACNUR en
Ecuador realiza constantemente programas para integrar a los migrantes a
la economía. El objetivo principal es integrar a los refugiados como
una población económicamente activa por sobre volverlos beneficiarios de
programas gubernamentales. El apoyo profesional busca lograr la
autosuficiencia y la promoción de emprendimientos.
Jefferson Aspirilla. Foto: Sara Fuentes. |
Las
historias de jóvenes refugiados en la USFQ ahora tienen norte en al
futuro. Un camino lleno de sueños. Ellos son: María del Mar Montilla,
Medicina; Camilo Ojeda, Administración; Jefferson Aspirilla,
Gastronomía; Diego Narváez, Relaciones Internacionales; Miguel Abreo,
Cine; Daniela Pérez, Relaciones Internacionales y María de los Ángeles
Pérez, Relaciones Internacionales. No colocamos la ciudad de origen de
cada estudiante por respeto a su situación personal.
Este artículo fue publicado originalmente en la revista aliada Aula Magna de la USFQ. Te invitamos a visitar su sitio web http://aulamagna.usfq.edu.ec/
Este artículo fue publicado originalmente en la revista aliada Aula Magna de la USFQ. Te invitamos a visitar su sitio web http://aulamagna.usfq.edu.ec/
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