PROTECCIÓN. El santuario marino Darwin y Wolf, en Galápagos, son el hogar de la mayor biomasa de tiburones. (Foto: Fundación Charles Darwin) |
El establecimiento de áreas protegidas en distintos puntos del país constituye una de las principales estrategias para conservar grandes espacios en los cuales se permite la evolución de la biodiversidad, pero a pesar de esto aún hay zonas con gran riqueza de vida que se enfrentan a la deforestación, fragmentación, conversión a zonas agrícolas y ganaderas, contaminación, caza y pesca ilegal.
El biólogo Diego Cisneros, profesor e investigador de la Universidad San Francisco de Quito (USFQ), manifiesta que el porcentaje de área protegida en Ecuador, el 20% del territorio total, ha ayudado a parar, aunque no en un 100%, la destrucción de hábitats, pero considera que aún falta por hacer.
Se pronuncia por un mayor presupuesto para contratar más guardaparques que puedan controlar todo el perímetro de un área protegida y así terminar con actividades ilegales que se dan en zonas a las que no llega la vigilancia.
La conservación es tarea de todos
Pero no solo en las áreas protegidas se cuida a las especies vegetales y animales, señala Cisneros, al citar el programa gubernamental Socio Bosque que, con incentivos, permite la preservación de espacios privados o los trabajos de protección que hacen Ong’s y fundaciones.
A pesar de estos esfuerzos, aún hay algunos ejemplares en peligro de extinción que no son preservados porque no viven dentro de un área protegida. “Hay muchas especies que a pesar de que están en riesgo son migratorias, entonces lo importante no es tener solo una zona protegida, sino una cadena de ecosistemas especiales, porque la especie se mueve de un lugar a otro”, declara el biólogo.
Pero la conservación de la biodiversidad no debe ser solo tarea del Gobierno, sino de todas las personas que aún no entienden la importancia de su conservación.
El experto reconoce que aún falta mucha comunicación y difusión para hacer saber que de la biodiversidad el hombre se sirve mucho. Y como ejemplo está el agua que viene en su mayoría de los páramos, la recolección de plantas o los múltiples alimentos domésticos, agrícolas o silvestres. “La biodiversidad es una cuestión que no solo se enfoca en la vida o muerte de animales, sino que es importante para los humanos”, expresa
Sitios desprotegidos
Al preguntarle a Cisneros si la destrucción persiste, responde que sí. Comenta que aún es grande tal como lo indican los mapas de deforestación, no solo de Ecuador sino del planeta, y cada vez los bosques son más reducidos. En el país esos bosques que se veían hasta hace unos años atrás, han sido reemplazados, por ejemplo, con pastizales para la ganadería o cultivos de palma.
El especialista habla también de que casi todos los ecosistemas de bosques seco y húmedo de la Costa no están protegidos, pero, de acuerdo con sus estudios realizados hace aproximadamente un año, allí aún hay reductos y hábitats reducidos que merecen protección.
En El Oro y Loja hay aún bosques secos y en Azuay y Cañar hay bosques húmedos y que son extremadamente importantes porque son de los últimos reductos que todavía existen en la nación y que no están “para nada protegidos”, concluye el experto. (CM)
EL DATO
Ecuador se encuentra en el sexto puesto del grupo de 17 países megadiversos del planeta, según el Centro de Conservación del Medio Ambiente.
Ecuador se encuentra en el sexto puesto del grupo de 17 países megadiversos del planeta, según el Centro de Conservación del Medio Ambiente.
Noticia tomada de: http://lahora.com.ec/index.php/noticias/show/1101946790#.V0MaBldiBBw
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