Bernarda Viteri se graduó en Medicina de la USFQ en 2009 con honores, gracias a la beca Pasteur. Hoy reside en Estados Unidos, donde se especializó en pediatría y nefrología pediátrica. Su carrera está marcada por el esfuerzo y la pasión por la salud y la investigación.
Su interés por la medicina empezó temprano, cuando viajó a Tailandia para cursar un programa de estudios. “Empecé a ver programas de naturopatía en Tailandia, pero mi mamá me sugirió que primero debía estudiar medicina tradicional”, recuerda. Así, regresó a Ecuador y se matriculó en la USFQ. Tras graduarse, se mudó a Nueva York para revalidar su título de médico. “El proceso es muy competitivo, se da preferencia a estadounidenses y graduados de escuelas de medicina de ese país”, explica Bernarda.
A través de conexiones ecuatorianas, consiguió su primer trabajo en el Children’s National Medical Center en Washington DC. “Ahí vi un estudio clínico prospectivo en niños, RIVUR (Randomized Intervention for children with Vesicoureteral Reflux), que fue crucial para mi carrera”, dice. Su dominio del inglés y su capacidad para abogar por pacientes hispanohablantes fueron claves en su crecimiento profesional.
Realizó su residencia de pediatría en el Maimonides Medical Center en Brooklyn, donde cuidó de su primer paciente con trasplante renal. “Eso despertó mi interés en los trasplantes renales en niños”. Luego, hizo tres años de subespecialización en nefrología pediátrica y una maestría en Medicina Traslacional en la Universidad de Pennsylvania.
Hoy, Bernarda tiene un “career development award K23” y trabaja en proyectos de investigación en el Children’s Hospital of Philadelphia (CHOP), usando inteligencia artificial para estudiar biomarcadores de imagen en pacientes con enfermedad renal y trasplante renal. En estas actividades trabaja con radiólogos, urólogos, data scientists y otros profesionales que permiten el desarrollo conjunto de modelos de inteligencia artificial para entender más sobre los biomarcadores de imagen.
Bernarda reconoce el impacto de la USFQ en su formación, “la USFQ me dio las herramientas y la confianza para aventurarme fuera de mi país”. Recuerda con gratitud las clases con Fuad Terán y María de Lourdes Torres, que desafiaron su entendimiento y la prepararon para una carrera en medicina.
Además, destaca la importancia de la educación en Artes Liberales de la USFQ. “Gracias a los créditos de Webster y los AAPs, pude tomar clases avanzadas de microbiología”. También aprecia el apoyo de Gonzalo Mantilla, decano de la facultad y pediatra formado en Estados Unidos, quien fue una gran inspiración y soporte durante su integración al sistema estadounidense.
Bernarda anima a las nuevas generaciones a seguir su pasión en medicina. “Es tan importante saber lo que no te gusta como lo que te apasiona”. Su trayectoria es un testimonio del impacto de la formación en la USFQ y su compromiso con la salud y la educación a nivel global.
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